26 de mayo de 2025

El avance de la inteligencia artificial y su insostenible hambre energética.

La inteligencia artificial ha transformado radicalmente nuestra forma de interactuar con la tecnología y de enfrentar desafíos en campos tan diversos como la medicina, la economía y la ciencia. Sin embargo, este progreso tiene un coste que no puede ignorarse: el elevado consumo de energía necesario para alimentar los sistemas de IA, particularmente en términos de potencia de cálculo y procesamiento.

Este consumo energético no solo plantea preguntas sobre la viabilidad económica de la IA, sino que también genera preocupaciones ambientales significativas. A medida que la IA se expande, su demanda de recursos computacionales crece de manera exponencial, lo que ya está convirtiendo al consumo de energía en el principal obstáculo para su desarrollo a medio y largo plazo. 

En este contexto, gobiernos y empresas privadas se enfrentan al desafío de equilibrar los beneficios transformadores de la IA con la necesidad urgente de proteger el medio ambiente. Por dar unas primeras cifras en esta introducción y centrar el debate el consumo global de electricidad asociado a la IA podría alcanzar hasta el 25% del total mundial para 2030 y muchos expertos empiezan a pensar que esta cifra se queda corta. 

Este artículo explora este debate, analizando cómo el consumo energético de la IA afecta su crecimiento, sus implicaciones ambientales y las posibles soluciones para garantizar un futuro sostenible.


NOTA: Podéis ver la entrada completa publicada bajo el mismo título en la Revista El Consultor, disponible en el siguiente enlace.

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