Leía el otro día la magnífica entrada del gran Alorza sobre "la hoja de ruta del gobierno abierto: una espiral logarítmica" que podéis encontrar AQUÍ, pero había algo que no me cuadraba, lo mismo que no cuadra en este tema desde ya hace algunos años, tantos como los que llevo metido en esto de la innovación y en las políticas públicas vinculadas a lo que hemos llamado "Gobierno Abierto", lease transparencia, participación, el impulso de los datos abiertos o la rendición de cuentas. Y es que creo que hay un elemento que a mi juicio damos por sentado y que no podemos ignorar, como es el escaso compromiso de la sociedad con los valores que inspiran al mencionado Gobierno Abierto. Y me explico.
La cuestión fundamental es, desde mi punto de vista, que por muchos esfuerzos que hagamos por definir -o redefinir- el modelo de Gobierno Abierto y todos los valores y principios vinculados al mismo, no tendrán apenas efecto alguno si no somos capaces de conseguir que la sociedad se sienta identificada personal y gregariamente con los mismos, desde el principio, desde la cuna.
Quizá deberíamos volver releer a R. Inglehart y comprender la importancia que tiene la socialización primaria, orientando la educación en las escuelas hacia un cambio de valores en favor de esa transparencia, participación o rendición de cuentas tan deseadas. Él ya lo dejó escrito en la década de los 90s, "el reemplazo generacional nos da la oportunidad de convertir a las sociedades modernas en sociedades más postmaterialistas con un claro interés en la política y en la participación ciudadana". En otras palabras, que si a la sociedad no le "nace" abrazar el paradigma del Gobierno Abierto quizá sí podemos invertir, literalmente, en educarla para que lo conozcan, lo comprendan y, finalmente, lo valoren y demanden.
Por otro lado, creo que hemos menospreciado el valor de la innovación pública como verdadero anclaje ideológico de ese Gobierno Abierto, en la medida en que tal y como están las cosas, además claro está de suponer "ideas nuevas, que puedan ser implementadas y generen valor social", la innovación pública, tiene la virtud de acercar realidades entre la Administración y el ciudadano, entre las demandas de éstos y las políticas públicas que aquélla pretende impulsar... ¿y qué es esto sino Gobierno Abierto?
Lo ha dicho Carles Ramió y lo ha comentado en muchas ocasiones Xavier Marcet, son tiempos difíciles para lo público que no deben combatirse solo con principios y valores, sino más bien con ideas claras y precisas que pongan en el lugar que corresponde a las Administraciones del siglo XXI. La innovación pública ataca al desapego social, seduce los intereses ciudadanos y hace que nuestro rol como intermediarios se convierta en el auténtico valor añadido de la prestación de los servicios públicos.
En definitiva, la innovación publica es, además, la tabla de salvación del Gobierno Abierto.
En definitiva, la innovación publica es, además, la tabla de salvación del Gobierno Abierto.
Un saludo, nos vamos leyendo ;-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario