15 de diciembre de 2014

5 retos inaplazables y apasionantes para el 2015.

Esto se acaba chicos, y ya va siendo hora de ir cerrando los proyectos que habíamos previsto realizar a lo largo de este 2014 y, de la misma forma, también tenemos que ponernos las pilas en rematar la planificación de un año próximo que nos espera, al menos en las Administraciones locales, más movidito que de costumbre. 

Cada uno en nuestras organizaciones seguimos un ritmo diferente, estoy de acuerdo, pero hay determinados retos inaplazables que ya hace algún tiempo que deberíamos haber podido concluir todos nosotros, y no me refiero a cosas demasiado sofisticadas, la verdad, sino más bien al ABC de lo que deberían ser las Administraciones públicas de nuestro tiempo, a la altura de las circunstancias, capaces de satisfacer las demandas del ciudadano de hoy, las ilusiones de la sociedad del mañana. 

Si el año pasado escribíamos la Carta a los Reyes Magos, este año vamos a escribir, o al menos yo sí lo voy a hacer para mi organización, los 5 retos más urgentes, importantes inaplazables y necesarios que todo hijo de lo público deberíamos acometer. No habrá demasiadas sorpresas, ya lo veréis.




1.- Os parecerá una obviedad, estoy seguro, pero no podremos adentrarnos con garantías en el mundo de la transparencia sino somos capaces de asegurar un mínimo de seguridad en términos de protección de datos. Recordad, existe una LOPD (del año 1999, ojito!) y, fundamentalmente, un reglamento que la desarrolla desde 2007 que prevalecen en todo caso sobre el derecho de acceso a la información pública que regula la Ley 19/2013. No hay que escatimar esfuerzos, porque el futuro de la litigiosidad en el ámbito de las Administraciones públicas traerá causa en la protección de datos de carácter personal, sino ya lo veréis, es cuestión de tiempo.

2.- En estrecha relación con lo anterior, lógicamente, deberemos poner en marcha nuestro propio Portal de Transparencia antes del 10 de diciembre de 2015, por lo que tenemos tiempo más que suficiente para hacerlo. Pero recordad, de nuevo, la transparencia nunca debe ser un fin en si mismo, aprovechad la oportunidad que nos brinda el propio Portal para ofrecer algo útil a la sociedad, olvidando de los estériles PDFs y abrazando la fe de la reutilización a través de los formatos abiertos.

3.- El futuro está en la participación, la colaboración, la coproducción y todo lo que se os ocurra siempre que haga referencia a la posibilidad de empoderar a la sociedad civil para que ésta se involucre en la toma de decisiones públicas. Por eso, tender al Gobierno Abierto será más una necesidad que una obligación para todos nosotros durante el año próximo.

4.- El proceso de implantación de la Administración electrónica aún no ha terminado, ni mucho menos, y quien diga lo contrario, o no sabe de lo que habla, o realmente tienen muchas ganas en darle carpetazo a este tema. Todavía no somos interoperables (¿qué ha sido del ENI después de un año de su plena entrada en vigor?, todavía no somos del todo seguros tecnológicamente (¿y que pasa con el ENS?) nos tenemos que poner al día con la facturación electrónica a partir del 15 de enero, nos espera la licitación electrónica a la vuelta de la esquina con la transposición de las nuevas Directivas de contratos públicos, etc, etc, etc...yo diría más bien que esto acaba de empezar, así que despacito y buena letra.

5.- Y por último, y quizá lo más importante en estos momentos, aunque probablemente sea lo que al final se vaya a ver menos, es la enorme responsabilidad que recae sobre los empleados públicos que tenemos que estar en el campo de batalla para que los cuatro retos anteriores y muchos otro más se puedan cumplir por parte de nuestras organizaciones. No lo olvidéis, nosotros aportamos valor a lo público y tenemos la obligación de darlo todo por él. Explorar, compartir, emprender y, sobre todo, trabajar mucho y muy duro, eso es lo que nos espera. Así que mucho ánimo y a por todas. 





¡FELICES FIESTAS A TODOS!


Nos vamos leyendo. 



5 comentarios:

  1. Certero, escueto y aleccionador, como siempre Borja.
    Si me permites, yo introduciría el reto de la gestión del conocimiento y la comunicación, y el liderazgo integrador como facilitadores de la coordinación interna. Un placer como siempre.
    Bernabé

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  2. Gracias por tu comentario Bernabé, y es cierto, una buena dosis de liderazgo motivador nos nos vendrá nada mal para alcanzar todos estos retos.

    Felices Fiestas amigo!

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  3. Efectivamente Borja, estamos a las puertas de un nuevo año y con él se vislumbran nuevos retos, ya inaplazables, en el camino hacia la consecución de una administración electrónica que sea más real que nominal, más allá de una mera informatización de los procedimientos administrativos entendidos como el uso simple de las TIC en la Administración Pública, debemos poner el punto de mira más alto, debemos contemplar la administración electrónica, stricto sensu, como la posibilidad de tramitar un procedimiento íntegramente electrónico en todas sus fases (desde su inicio, ya sea de oficio o bien a instancia de parte, hasta la finalización de este), como instrumento válido para mejorar sustancialmente los principios de eficacia, eficiencia, economía, celeridad, y transparencia de los servicios públicos, salvaguardando las garantías procesales contempladas en la LRJPAC por un lado, pero permitiendo las aplicaciones tecnológicas por otra, con las ventajas que ello conllevaría tanto para la Administración como para los ciudadanos, para ello se deberán abordar, como tu bien dices, aspectos como la interoperabilidad entre Administraciones o la necesidad de utilizar estándares abiertos en la relación con los ciudadanos para garantizar la neutralidad tecnológica en los sistemas de comunicación electrónica y garantizar el acceso a los servicios públicos por medios electrónicos a los ciudadanos, que no sólo es una obligación de las administraciones públicas, recordémoslo, sino un derecho reconocido en la LAE para hacer una administración electrónica efectiva que impulse un definitivo cambio de paradigma en la Administración Pública en General y en la Administración Local en particular. Para ello se deberá conjugar las previsiones jurídicas contempladas en la LAE y en la LRJPAC con aspectos puramente organizativos y de reconfiguración de procesos que corresponde a la voluntad y acierto en su diseño de cada organización y el liderazgo de sus técnicos para llevarlos adelante.

    Aunque conceptualmente independientes en los términos que tú aludes, a la práctica, para poder implementar políticas públicas en materia de open data, open government incluso en materia de transparencia, en mi humilde opinión, debería previamente asegurarse una sólida implantación de la administración electrónica en su sentido más amplio, y posteriormente configurar un proyecto estratégico entendido como un proceso secuencial que gire en torno a soluciones tecnológicas que determinará, o no, su éxito porque es precisamente en el “hábitat electrónico” donde deben desarrollarse y donde tienen su máxima expresión aspectos como la transparencia, la democracia participativa y el gobierno colaborativo como elementos facilitadores de una plena gobernanza electrónica.

    Aprovecho para desearte un año cargado de éxitos, tanto personales como profesionales.

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  4. Gracias por tu comentario Cristóbal, con el que no puede estar más de acuerdo. Ciertamente, si no abordamos sólidamente la construcción de una Administración electrónica coherente segura y avanzada, va a ser muy difícil llegar a donde pretendemos, que por otro lado es donde nos tenemos que dirigir sí o sí.

    Te deseo todo lo mejor para el 2015 amigo!

    Un abrazo fuerte.

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  5. Borja, si me lo permites voy a utilizar este mismo medio para contestar, puesto que hay personas que han leído este post, y me han preguntado acerca del comentario que hice sobre la conveniencia de configurar un plan estratégico previo para la implantación de la E-Administración con carácter integral y sus condicionantes para asegurar su éxito, pues hay multitud de casos en que, pese a haber destinado una parte del presupuesto a implantar la administración electrónica, han derivado en proyectos que han fracasado por diversas casusas. Pese a las limitaciones de este formato para tratar el asunto con la amplitud que requiere, intentaremos contestar de una manera básica y generalizada sin detenernos en tratar las peculiaridades que cada caso merece, puesto que las ciencias políticas, y en concreto la ciencia de la administración no son ciencias exactas, las prescripciones de una organización no son aplicables íntegramente a otras, puesto que hay que revisar los factores endógenos y exógenos en cada caso.
    La implantación de la Administración Electrónica supone la incorporación de medios tecnológicos en la gestión administrativa para lograr una mejora de la gestión administrativa en la organización de que se trate y una mejora de la calidad de los servicios prestados. Ahora bien, la adquisición de medios tecnológicos supone un 1/3 del proyecto, el resto, deben ser cambios (necesarios) que se han de gestionar por la unidad tecnocrática encargada de implantar la administración electrónica en cada organización pública. La Administración Electrónica no supone hacer las mismas cosas de siempre utilizando las TIC, más bien, supone cambios culturales y organizativos en los procesos y las relaciones internas y externas. Con ello se requiere de cambios intra-organizativos, para mejorar la eficacia interna, y cambios en el diseño relacional y participativo de los ciudadanos y organizaciones públicas y privadas, orientados a un cambio de paradigma.
    Para ello se hace imprescindible conocer la realidad de la organización para que la planificación sea ajustada a las posibilidades reales de personas, recursos, tiempos… es decir conocer la cultura administrativa de aquella para operar el cambio con amplias posibilidades de éxito. Para ello debe haber una previa planificación que dé un mínimo de sentido a las intervenciones, para fundamentalmente: a) delimitar los verdaderos objetivos y alcance del proyecto y b) optimizar los recursos disponibles.
    Esta planificación básicamente se debe operar en las cuatro dimensiones conceptuales de la Administración Electrónica, es decir, la prestación de servicios, la transformación de estructuras, las relaciones con personas y organizaciones tanto públicas como privadas, y el impulso de infraestructuras. Previamente, claro está, debe haber un trabajo de preparación y de adopción de medidas integradoras para evitar el temido “desacoblament” pues conozco no pocos casos, como dije en una ocasión en este mismo blog, que los proyectos han acabo en nada precisamente por falta de este arduo si se quiere, pero necesario trabajo preparativo tendente a que se den las condiciones idóneas para una posterior implantación del proyecto.

    Para finalizar hay que decir, que no se entiende que una organización implemente políticas de modernización administrativa sino existe una orientación hacia los resultados. Es necesario pues que, de forma simultánea, una comisión técnica vele por el pleno desarrollo del proyecto, al efecto de evaluar los objetivos alcanzados y detectar desviaciones en la ejecución de las acciones planificadas.

    Nada más, espero haber respondido a las cuestiones que se me han planteado aunque sea de una manera muy general y con la concisión que este medio requiere, pero incido en la necesidad de tratar las particularidades de cada organización para una plena efectividad de cada proyecto.

    Saludos.

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