20 de octubre de 2020

Colaboración público - privada en el mundo de los datos abiertos.

El pasado martes 14 tuve la suerte de participar en el taller - webinar "Apertura y gobernanza de datos de alto valor en las Administraciones Públicas", organizado por la Cátedra PAGODA de la Universidad de Valencia e impulsado por el incombustible Lorenzo Cotino. Mi participación en el taller se centró en contar la experiencia del Consejo de Reutilizadores que hemos impulsado desde la Diputación de Castellón, y que representa uno de los pocos casos a nivel nacional de colaboración público - privada en materia de reutilización de datos abiertos. Pues bien, más allá de todo lo que les puede explicar sobre el mismo y que podéis escuchar aquí, me gustaría resaltar algunas ideas fuerza relacionadas, precisamente, con la colaboración público - privada y la gestión masiva e inteligente de los datos por parte del sector público. 

En primer lugar, no nos obsesionemos, por favor, esto no va de que no se tiene cultura de datos, de que no existe una cultura organizativa en favor de la transparencia; yo diría que esto es bastante más sencillo que eso, porque muchas veces parece que ni si quiera hay la más mínima cultura organizativa, así, a secas. Y lo cierto es que vamos como pollos sin cabeza incapaces de darnos cuenta de que lo que realmente está en juego no es un uso más o menos intensivo de los datos o la forma en que podemos procesar los mismos mediante tecnología, sino que nos estamos jugando el mismísimo papel que ocupamos como instituciones prestadoras de servicios en un mundo hiperconectado donde nos empecinamos en subir más y más procedimientos a las sedes electrónicas cuando deberíamos estar pensando en prestar dichos servicios de forma proactiva, personalizada, basada en datos y en tiempo real. Y ojo, que no lo digo yo, que conste, sino Genís Roca. O dicho en otras palabras, en este caso por Santi Ferris, "mientras las empresas se enfrentan a su transformación digital, unas administraciones públicas dormidas recorren el camino hacia su irrelevancia social".

Pero volvamos a la colaboración público - privada, ya que la misma cuenta al menos con tres enormes desafíos por delante que tiene que sortear:

1.- Entender la idiosincrasia del sector público: no es fácil relacionarse con lo público, ni mucho menos, hay que entender cuáles son nuestras "reglas de juego" y el papel que ocupa cada organización en el entramado institucional de su propio nivel de gobierno. Reconozcámoslo, somos droga dura, de eso no hay ninguna duda. Pero quién ha tenido la oportunidad de trabajar codo con codo con el sector privado sabrá de que hablo cuando digo que I've seen things you people wouldn't believe.

2.- Se deben alinear las lógicas de trabajo “colaborativo” y los tiempos tanto de la parte pública como de la privada, y creedme, no es fácil cuando estamos acostumbrados a una forma de hacer las cosas que nada tiene que ver con el lado opuesto. Herramientas de trabajo colaborativo, comunicación interna, de gestión de tareas, etc. brillan por su ausencia tanto en lo público como en lo privado en la mayoría de los casos. Y luego están los horarios, que si tú trabajas solo hasta las tres, que si mi jornada es partida, que yo hoy teletrabajo. Caos. 

3-. Conjugar los criterios políticos, técnicos y profesionales: la gota que colma el vaso en estas incipientes colaboraciones para desarrollar acciones estratégicas suele ser la intervención de un criterio "superior" - casi siempre político - que incorpora una variable nueva, muchas veces incomprensible, y que impide de facto continuar con el proyecto que abordamos conjuntamente la parte pública y privada. 

A pesar de todo lo anterior, lo cierto es que sobre la base de mi experiencia con el Consejo de Reutilizadores de la Diputación de Castellón os puedo apuntar también unos cuantos aspectos positivos de la colaboración público - privada en materia de datos abiertos, y que os resumo en los siguientes:

1-. Genera sinergias muy enriquecedoras cuando se comparte un fin común

3.- Incorporar una visión nueva y complementaria en el diseño de las políticas públicas

4.- Favorecer el despliegue de estrategias desde un enfoque más ajustado a la realidad

4.- Materializar los pilares del Gobierno Abierto y, consecuentemente, de la rendición de cuentas

Finalmente deciros que yo echo en falta (y creo que no soy el único) un auténtico lobby privado de reutilizadores, un conjunto de personas/empresas más o menos organizadas que sean capaces de interactuar con las Administraciones públicas para cubrir ese inmenso gap que existe entre la oferta (pública) de información en forma de datasets y demanda (Casi siempre privada) de los mismos. Ahí lo dejo.

Un saludo y nos vamos leyendo ;-) 



No hay comentarios:

Publicar un comentario