Hola de nuevo, dejadme que os transcriba - aunque quizá no sea del todo literal, mi discurso en la presentación de los Códigos electrónicos para los Habilitados Nacionales elaborados por el BOE y presentados el pasado martes 25 en el Instituto Nacional de Administración Pública.
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Buenas tardes a todos y a todas,
Muchísimas gracias por tu presentación Consuelo.
Para mí es un gran honor haber participado en la elaboración de los Códigos. Primero, como empleado público, segundo, como ex opositor y, tercero, como preparador. Y a pesar de no ser Habilitado Nacional, os puedo asegurar que mi vínculo con el Cuerpo es muy grande tanto en el terreno profesional como en el personal.
Gracias por confiar en mí para este trabajo.
Voy a centrar mi escueta intervención en dos cuestiones nada más. La primera, para poner en valor un proyecto que a mi modo de ver ha sentado un antes y un después en la selección del personal en la AGE y en la forma de enseñar desde un lado un poco más humano de qué va todo esto la de la Función Pública española.
Y la segunda para dar a conocer en apenas dos minutos cuál debe ser el papel de los HHNN en el complejo mundo local que nos ha tocado vivir.
Pero primero permitidme que haga una brevísima reflexión en torno a nuestros empleados públicos y su vocación de servicio público, más que nada para salir al paso de los comentarios que generó ahora hace un par de semanas un artículo publicado en un medio escrito de mucho impacto que se titulaba algo así como: "Hacerse funcionario para no ser un paria"
Me vais a perdonar, pero los que me conocéis sabéis qué pienso al respecto. Considero, hoy más que nunca, que opositar es de valientes, preparar una oposición para cualquier nivel de Gobierno de la Administración pública española es un sacrificio que pocos están dispuestos a realizar, un sacrificio a todos los niveles que en muchas ocasiones no tiene recompensa, pero que representa para el que lo asume - y así lo deberíamos ver todos - el primer acto de servicio público hacia los demás que hace el aspirante aun no siendo funcionario.
Pero vamos al lio.
Como os he dicho, solo dos comentarios muy breves. El primero, simplemente para felicitar a la Secretaría de Estado de Función Pública - y antes de la Secretaría General del mismo nombre - por el proyecto de Captación del Talento Público, porque representa a mi modo de ver la mejor manera de visibilizar lo que significa la Administración pública y, sobre todo, trata de activar una demanda por lo público, muchas veces escasa, sobre la base de contar en primera persona qué se va a encontrar el opositor una vez apruebe y qué posibilidades reales le da la Administración pública para desarrollarse personal y profesionalmente a la sociedad. Además, claro está, que pretende ser una estrategia inteligente para captar talento nuevo, joven y preparado para ocupar puestos concretos en nuestro sector público. Bravo.
En segundo lugar, me gustaría hacer valer el papel de los HHNN en la gestión de los innumerables desafíos que afectan al mundo local - y me vais a perdonar ahora - con mayor intensidad si cabe que al resto de niveles de Gobierno.
Todos los aspirantes que sean capaces de meterse en la cabeza la normativa que acabamos de compilar y que hoy presentamos se enfrentan a un mundo líquido donde todo va a recaer aparentemente en sus hombros, por lo que deben ser capaces de centrarse, además de en las funciones reservadas que el art. 92, BIS de la Ley de Bases les impone, tres capacidades o aptitudes que alguna vez ya he dejado por escrito y que deberán desarrollar a lo largo de su carrera profesional para no morir en el intento:
Me refiero como no a la capacidad de tener una auténtica visión estratégica, que es la que les va a permitir otear el horizonte con mejor perspectiva, desarrollar proyectos complejos aun con pocos recursos, e impulsar una cultura organizativa fuerte basada en principios y valores más que en humo.
deberán desarrollar una enorme capacidad para gestionar el caos: debiendo aportar serenidad ante la incertidumbre, sentido común ante las decisiones precipitadas y mucho conocimiento técnico para ser capaces de distinguir los verdaderos problemas de los retos puntuales. Saber navegar en aguas turbulentas sin marearse será una habilidad imprescindible. El caso de Manolo Pesudo.
Y por último, deberán ser capaces de desarrollar su propio networking, de buscar sinergias interesantes que te refuercen internamente, de atraer talento a nuestras Administraciones e impedir que se vaya a otras, de hacer benchmarking, de fomentar las alianzas, de desarrollar pactos, de colaborar. Porque en un mundo tan globalizado como en el que nos movemos, es fundamental ser capaz de establecer vínculos cercanos, alianzas próximas y conexiones estrechas.
Esto es SOLO y TODO lo que esperamos de vosotros, pero tranquilos, no estáis solos, un ejército de empleados pública armados con enormes dósis de vocación de servicio público os acompañarán durante el camino. Mucha suerte.
Un último agradecimiento a algunos compañeros y amigos que me han ayudado y orientado en este camino:
- Javier Rueda, Director de Gabinete de la Secretaria de Estado, antiguo Secretario General, compañero y amigo.
- Manuel Tuero, Javier Cebrián y resto del equipo de la Agencia BOE por creer en la innovación y, además, aplicarla en un instrumento tan consagrado como es el BOE
- Y a Joaquín Burgar y Fernando Ferrer, grandes habilitados y compañeros, que me han ayudado como nadie a darle forma y sentido a los Códigos.
Muchas gracias a todos por vuestra atención.
Un saludo y nos vamos leyendo ;-)
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